miércoles, 18 de noviembre de 2009

LO QUE FALTABA: AHORA PODES ENCONTRAR A TU MEDIA NARANJA CON UN EXAMEN DE ADN Y SER FELIZ PARA TODA LA VIDA

Cupido: ahora podés encontrar al "amor de tu vida" con un examen de ADN
Un sitio ofrece el servicio, aunque no está precisamente avalado por la comunidad científica.


Con sólo entregar un pelo propio, el equipo que dirige el sitio promete buscar en su banco de miembros a esa “persona especial” que tenga nada menos que el ADN compatible.

Dentro de poco, el delicado proceso de encontrar pareja para toda la vida podría volverse muy fácil, casi una ciencia exacta, ya que sólo hace falta estudiar el ADN de una persona para encontrar a alguien genéticamente compatible.

Basta de cavilaciones, desvelos y cursilerías: el camino más seguro y certero para encontrar a una pareja de vida es estudiar el pelo de la gente. Según el estudio por el que se guía el sitio Scientific Match, las personas “huelen” a sus parejas ideales, con las que son compatibles porque tienen un sistema inmunológico diferente, informó hoy el sitio Ciudad .

Con sólo entregar un pelo propio, el equipo que dirige el sitio promete buscar en su banco de miembros a esa “persona especial” que tenga nada menos que el ADN compatible. La idea es que dos personas con información genética compatible pueden tener una mejor relación, mejor sexo, más posibilidades de tener hijos sanos y hasta son menos propensos a engañarse.

El sitio ofrece seis puntos a favor de elegir genéticamente a la pareja de por vida, por ejemplo, que “las posibilidades indican que ‘amarás’ el aroma del cuerpo del otro” (bueno, punto a favor para los naturalistas que se resisten a usar desodorante). También es posible que tengan mayor compatibilidad sexual con más orgasmos por parte de la mujer (y menos posibilidades de engañar a sus parejas exclusivas).

Al parecer, está todo dentro del mapa genético, y sólo después de esa barrera invisible empiezan a pesar cosas como el aspecto físico, los valores y gustos personales, que son los más visibles, obvios y los primeros que se notan en la otra persona... o no.

Sobran las objeciones a un sistema tan exacto que parece matemático. No necesariamente dos cuerpos que son biológicamente compatibles lo serán espiritual o psicológicamente. Si todo fuera tan preciso, sobrarían las novelas dramáticas y las canciones sobre amores fallidos.

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